El pasado sábado (implementation day) comenzó la ejecución del acuerdo nuclear alcanzado en julio pasado entre Irán y el Grupo de 5+1 una vez que la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) ratificó que Irán había enviado el 98% de sus “stocks” de uranio enriquecido a Rusia y desmantelado alrededor de 12.000 centrifugadoras. La AIEA ya cerró la otra pata del caso contra Irán hace unas semanas, la posible dimensión militar del programa nuclear iraní. La Agencia verificaba así la transparencia y el carácter civil del programa nuclear iraní. Ahora le tocaba el turno a Occidente y no defraudó. EEUUs y la UE levantaron las sanciones financieras y a la industria del petróleo que han asfixiado la economía iraní en los últimos años.