Rusia, invadiendo Ucrania, ha planteado un desafío mayúsculo a la seguridad y estabilidad de Europa y del orden internacional liberal, y ha desencadenado una oleada de cambios en la arquitectura de seguridad europea, cuyo alcance todavía está por calibrar. Una derivada de esta Europa en transformación es el cambio que Finlandia y Suecia están planteándose en sus políticas de defensa y la probable, inminente solicitud de ingreso en la OTAN, que pudiera debatirse en la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Atlántica en Madrid los días 29 y 30 de junio.